Carlos Zevallos
Antes de que se deforme esta conversación con excesos metafóricos y simbolismos, cuéntanos un poco sobre tu primera muestra individual “Vacíos Expresos”
(Jajaja) Es una muestra que reúne 2 años de trabajo. Las obras giran en torno al mural de la Vía Expresa en Miraflores. Hay fotos, vídeo, una instalación con cartones, piezas del mural original y collage digital. Pude ver algunos acercamientos fotográficos sobre “Vacíos Expresos” en el estudio de nuestro amigo Hemilio Vargas, noté experimentación y abstracción generada sobre el realismo urbano. ¿Fue una búsqueda o llegó a ti como un rayo?
La idea nació de repente en un viaje, me llamó la atención la forma de los huecos que tiene el mural, pero con una reflexión posterior la fascinación inicial se fue transformando, profundizando. Me di cuenta que mucho del registro fotográfico partía de la necesidad de reconocimiento del espacio desde mi función/identidad como artista en Lima. La muestra también tiene como finalidad hacer explícita la existencia del mural como una “imagen nueva” en el imaginario de la ciudad y lo que se concibe como arte público hoy día. Podría decirse que el mural hecho mierda podría encajar en los parámetros del arte contemporáneo si es que alguien decide así plantearlo, desde la abstracción hasta referencias al Land Art o al Site Specific. Siento que al final me vacila sobre todo la idea de generar esas preguntas en la gente que vea la muestra. Quedaste finalista en el concurso “Pasaporte para un artista” realizado por la Alianza Francesa, deseándote mucha suerte en las finales ¿Qué opinión te merece el arte contemporáneo peruano?.
Es la segunda vez que clasifico al concurso, estoy nerviosito. Igual siempre existen niveles altos de subjetividad en las decisiones del jurado, por lo que trato de no pasarme de vueltas pensando y enfocarme más en la calidad final de mi trabajo. Soy bien disperso con las ideas, necesito concentrarme, sino la cago. Sobre el arte contemporáneo peruano, es claro de que existe un crecimiento en el número de artistas en formación y que cada vez hay más gente dispuesta a hacer cosas diferentes. Enseño un curso en Bellas Artes a los chicos de primer ciclo y hay gente con mucho talento y apertura, se están formando artistas con capacidades y herramientas de investigación. Sin embargo, creo que faltan espacios alternativos en donde se discutan los diferentes puntos de vista sobre lo que significa arte contemporáneo peruano, desde el punto de vista de los artistas, curadores, galeristas, etc. Arduo trabajo, pero por momentos parece que todos tiran de su lado y no se sabe a dónde se está yendo exactamente. Podría llevarnos a explorar y encontrar mejores formas de expresarnos como colectividad. Recuerdo a un “lobito” con los pelos revueltos escuchando Bob Dylan en la universidad. ¿Qué ha cambiado en la vida de Carlos Zevallos?
Sigo en los mismos pelos, el playlist si ha cambiado. Trato de renovar mi música cada dos años máximo, así me exijo a escuchar siempre cosas nuevas y a asociar recuerdos musicales a momentos nuevos en mi vida. El proceso no siempre se repite con éxito, a veces termino en episodios de mi vida con el soundtrack totalmente equivocado. Creo que Lima es una ciudad que ha dado muy poca onda a sus Héroes, a los que están creando cosas grandiosas para el futuro de la cultura ¿Es por eso que nos hemos sentido tan alienados? ¿Esperando el trato, apoyo y valoración que las grandes ciudades dan a sus jóvenes estrellas?
Creo que se ha dejado de tener expectativas de apoyo a propuestas que no encajen en el falso patriotismo “Marca Perú”, la mayoría de los artistas encuentra la forma de hacerla a su manera. Y está bien, eso motiva la creación de nuevos espacios, ideas frescas y propuestas creativas. Aunque el panorama no sea el ideal, siempre es necesario una constancia en el flujo del circuito. No es fácil, es súper jodido, la gente se queda en el camino por falta de apoyo económico o necesidad de reconocimiento. El tema de la alienación pasa también por ahí, la gente se ha dejado de identificar con un contexto que no la acoge y proyecta al futuro, esto la obliga a buscar sus propios caminos o referentes para satisfacer sus necesidades de expresión y libertad. Nos vemos reflejados espiritualmente mucho más a un nivel de pensamiento global antes que local. ¿El amor hace al mundo girar?
Depende de lo que ames o dejes de amar, imagino que el amor te hace girar en todas las direcciones.
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