Todas las canciones nos llevan hacia algún lugar, eso todos lo sabemos, pero existen unas pocas poseedoras de la inexplicable virtud de sacarnos por completo del banco y lanzarnos hacia precipicios por los que jamás hubiéramos imaginado resbalar. Parajes inhóspitos con gente de lo más increíble, que, aunque no los conocemos, parecieran compartir con nosotros un lazo intrínseco y tener algo especial que comunicarnos. A lo mejor un mensaje en el tiempo. Posiblemente una misión que debamos cumplir. O quizás solamente la certificación de algo que sabemos bien pero, en el fondo, aún no nos atrevemos a reconocer. Entonces, habrá valido la pena el dejarse llevar y a lo mejor ya no quede deseo alguno de volver a casa. Permítanme entonces averiguar qué pasa con el épico obsequio que a continuación les doy.
1. Radio Futura – Regreso a las minas del Rey Salomón (Música Moderna, 1980)
Durante los años setenta, los niños y niñas de habla hispana se entretuvieron en épocas de dictadura con las más arriesgadas historias de aventura que llegaban para ellos a través de tiras cómicas. Tal fue el caso de la famosa obra de H. Rider Haggard. Por ello no es casualidad que cuando murió Franco y la nueva generación de españoles empezó a explorar con más plenitud el desarrollo de nuevas formas conyugales, había siempre algún insatisfecho que buscaba escaparse de cualquier tipo de lío sumergiéndose en las coloridas y vibrantes páginas de este relato eterno que siempre huele a la más temeraria e invencible infancia.
Y solo por si las moscas… ¿Quién me halla el nexo entre esta canción de Radio Futura y el inolvidable personaje de la película Arrebato que nos sonríe debajo de estas líneas?
2. Los Mojarras – Recuerdos del futuro (Ópera Salvaje Para Tribus Urbanas, 1996)
Un festivo andar sobre lomo de burro directo al corazón de una patria que por la familiaridad de su nombre creemos nuestra, pero que, valgan verdades, conocemos tan poco, es este verdadero cortometraje vestido de canción que nos presentan Los Mojarras en la cúspide de su agitada carrera. Telúrico y sensacional. Especialmente para mí que no sé cómo ni por qué llegué a esta Lima tan parca y hermética.
3. Del Pueblo Del Barrio – Los flecheros del sol (Manco Inca No Mancó,1995)
¿Y qué pasaría si nuestros más antiguos ancestros despertaran derrepente en estos tiempos tan idiotas (lo siento pues, pero tengo la certeza de que yo merecía haber nacido en otra época)? Pues, mejor escuchen esta epopeya y luego vayan a la bodega más cercana a comprar…. ya ustedes saben qué!
VS.
4. Cream – Tales of Brave Ulysses (Disraeli Gears, 1967)
A veces pienso en Ginger Baker, Eric Clapton y Jack Bruce como dioses griegos. La música que hicieron juntos arrasó con todo y, para colmo, tenía la olímpica sabiduría de elevar nuestro pensamiento hacia niveles dignos de gentita como Platón, Sócrates o Zenón. Ponerle play a esta canción es verdaderamente meter la cabeza dentro de las profundísimas corrientes turquesas sobre las cuales debió haber surcado el indomable héroe literario que inspiró este fabuloso himno del rock psicodélico. Inténtalo, y verás cuan poco te habrá servido ser seleccionado de natación durante toda la secundaria en tu colegio.
5. Fleetwood Mac – Miles away (Mystery To Me, 1973)
Aunque para 1973 muchos podían ver ya a Fleetwood Mac como la más trajinada comuna de hippies británicos, resulta sorprendente como este tema (perteneciente al Mystery To Me, disco en el que verdaderamente decidieron orientarse al pop-rock) representa un verdadero grito de hastío con respecto a varios símbolos de la generación a la que representan. Un cántico valiente pero a la vez dramático, que logra retratar, exactamente, lo mismo que últimamente estoy sintiendo cuando voy a una reunión “para divertirme” y, sin embargo, todo es tan burdo…… que, verdaderamente, empiezo a rezar para que venga un Soyuz de inmediato y me transporte lejos, pero muy lejos de acá ¡El viaje épico más recurrente que –estoy seguro- todos soñamos! ¿O no?
6. The Jimi Hendrix Experience – Third stone from the sun (Are You Experienced?, 1967)
Con el señor Hendrix no hay posibilidad de quedar - si quiera- con un piecito al ras de la tierra. Y es que simplemente maravilla lo sobrenatural del nivel de despegue que este verdadero astro de luz alcanza para llevarnos a establecer comunicación extraterrestre. Nivel que ¡óiganme ustedes! ni la NASA en todos sus años –de corrompida historia- ha logrado.
Y no está de más agregar que esta es la canción predilecta de Anthony Choy y –el ahora también ufólogo- Renzo Reggiardo.
7. Guns N’ Roses – The Garden (Use Your Illusion I, 1991)
Hay un destino trágico pero igualmente sobrecogedor en este desconcertante recorrido por las flores secas del abandono. ¿Gustas?
I WASN'T REALLY SCARED
LOST MY VIRGINITY THERE,
TO A GYPSY WITH BLONDE HAIR
BUT NOW NO ONE SEEMS TO CARE
8. La Máquina De Hacer Pájaros – Ah, te vi entre las luces (La Máquina De Hacer Pájaros, 1976)
Algo me dice que al señor Charly García (con toda la respetuosa devoción que me merece) este temita de ensueño se le debe haber ocurrido en una ocasión nefasta en que, a altas horas de la noche, aguardaba ansioso en el oscurísimo living de su casa la llegada de María Rosa Yorio (su entonces pareja y la madre de su único hijo) tras una presentación con Nito Mestre Y Los Desconocidos De Siempre. Pero al encenderse el alumbrado eléctrico, Bubulina llegó….. pero no precisamente sola. ¡Vaya trip!
9. The Moody Blues – Ride my See-Saw (In Search Of The Last Chord, 1968)
Te hallarás complacido, balanceándote sin cesar en el sube y baja de tu destino, cuando entiendas que la ecuación de la vida es tan exacta como el mejor conteo de los granos de arena que hay en Agua Dulce. Entonces recién oirás todo de una forma nueva e inspirado por los revolucionarios Moody, cogerás una guitarrita en forma de flecha y resplandecerás junto a tus melodías por los siglos de los siglos, amén.
10. Narcosis – Destino (Primera Dosis, 1985)
Sería obsceno de mi parte agregar algo más que lo que este inmortal himno hamletiano tiene para nuestras almas. Ah sí, Hamlet fue James Dean. Bon voyage!