Jaja.. No sé si han “dejado una huella”, en todo caso sí creo que es una serie que es bastante importante para mi y para el desarrollo de mi proceso. Comenzó con la pintura que presenté para el concurso en Buenos Aires y supongo que la cerré con la pieza que presenté en la sección de proyectos individuales de PArC del 2013.
Las piezas consisten en pinturas al óleo de ruinas prehispánicas dentro de Lima que están detrás de siluetas de edificios icónicos del movimiento moderno peruano hechas con lámparas de neón. Me interesaban mucho las relaciones formales que se daban entre la pintura y el neón y como se afectaba la experiencia del espectador. Y en paralelo tienes las relaciones de los discursos de las dos imágenes (la ruina y la silueta del edificio). En ambos casos uno se reflejaba en el otro y a la vez se niegan mutuamente, uno tiene una mirada hacia el pasado y el otro del pasado hacia el futuro…
Sin duda, cada ciudad tiene un medio artístico muy distinto y cada feria responde a sus circunstancias. Hay que recordar que el contacto de un artista con una ciudad, en el contexto de una feria, es sobre todo a través del mercado. En lo que a artistas emergentes se refiere, en Buenos Aires, São Paulo y Rio, la preferencia por el arte local es muy marcada. Algo que es menos notorio en Bogotá y Lima, donde tal vez se le presta más atención al arte latinoamericano. Por otro lado, en Madrid, donde acuden coleccionistas de toda Europa, hay un espacio importante para artistas latinoamericanos.
Las estructuras, edificios icónicos, arquitectura peruana como en “Milagros nacionales” y “Fantasmagorías” son modelos muy utilizados en tus obras.
Creo que esos son conceptos que pueden percibirse en mis obras y eso me gusta, porque la intención es que sean piezas de lectura abierta, dentro de cierto marco. Sin embargo, mi investigación se centra en el proyecto modernista latinoamericano, sus pretensiones y sus consecuencias. Eso da pie a hablar de las ideas más trascendentales que planteas, pero creo que esa es tarea del espectador.
Mi relación con Francia es feliz: disfruto mucho de la comida francesa, del cine francés y de los franceses, pero debo admitir que es una relación casual, sincrónica, en todo caso.
Dar entrevistas.
En lo profesional, estoy preparando dos muestras individuales para el próximo año, una de ellas en 80M2. Para el 2016, estoy planeando una muestra colectiva que involucrará la participación del público y el trabajo conjunto de varios artistas de mi generación. Estoy también metido en un par de proyectos de publicación. Sobre ser un “ser de su tiempo”, es una frase que tomo de un manifiesto de fines de los 40 y quizás tiene que ver con mirar de hoy hacia delante en lugar de de atrás hacia hoy.
Tiene también una fuerte carga optimista. Creo que ambas son posiciones que en cierta medida caducaron hace un tiempo (y es justamente por eso que me interesan)… quizás hoy ser un “ser de su tiempo” es completamente lo contrario.